lunes, 27 de mayo de 2013

Temática sorpresiva sobre los colores




Se percibe un leve color azul en el oeste, parece que las almas viajan desde el sol a la vereda. 
Nuclean cestos de ropa sucia y verdes tonos de ocre.
La gama del amarillo es bastante fértil en estos días.

-Si tú supieras lo que pensé, si tú vivieras lo que creí; jamás debí haber abierto  la boca. Para ponerme ese miembro adentro, pequeño y reacio. Que cabe perfecto. Atrás.

Es el mismo perro con distinto collar, por eso te acordás tanto de ellos –de él-, ¡por eso!

Bastardo sin gloria, paraíso sin freno, la penillanura y el Nilo convergen en tu historia.

Y no cabe más que mirar atrás y leer lo que escribí. Hace poco perdí todos los datos de mi disco duro y creí morir de pena… ¡Exagerada!, la Kika de siempre. ¡Rácana y sin freno!

-¡Se me van a caer los dientes! Pensaba en el alucine del aroma, de flor violeta, flor del vientre. Completa la pena escrita.

Nada ni nadie podrá jamás quitarte de mí. De tu silencio. Porque sé que se te caen las lágrimas cuando mencionas el misterio.

-¡Sí!, ¡Nos separamos! ¡Miré para abajo y decidí tirarme del quinto para abajo!

Eso fue lo último que dijo Claudia antes de salir al vestíbulo. Lucía un vestido carmín y zapatos de tallo verde. Lucía-Lucía. Nombre, acción, verbo.

Tomaba Absenta en el patio, lleno de butacas de la fiesta anterior. Como lamentablemente sufrían la pérdida del último cine que quedaba en el centro, trajeron algunas de sus butacas y las despidieron a lo grande. Una se mamó. El cuero curtido y los resortes vencidos. Desvencijados.