martes, 30 de noviembre de 2010

-mi vino blanco y tus chauchas- título que no tiene nada que ver pero va a gustar igual. invento de a dos

Acorralada, la morocha gordita bate su yogurt espeso. Espera al marido,compró seis kilos de fruta en total(para que después le digan que no se esfuerza)
Se levantó temprano, masajeó sus sienes con aceite de lilas, planchó las camisas del hombre y se marchó rumbo al mercado. Se masturbó un poco también.
A las nueve menos cuarto entró Aurelio, el vecino de enfrente. Entró decidido: otra vez se había excitado al ver a la gordita masturbándose en la cocina. Lo veía todo desde el altillo. Aureliano cerraba todas las puertas y ventanas y apagaba cada vela, cada rastro de vida (velas, porque no pagaba la luz)y se iba a la pieza de arriba, al punto más alto de la casa para poder percibir mejor el calor que la gordita morocha preciosa redondita, emitía como un segundo horno dentro de la humilde cocina. Compañera¡qué va!
Aureliano le partió el ano decididamente a la gordita en la cocina, a escondidas, en cuclillas. Y gritaban los dos de pasión. Y se manchaba la camisa...sudor.
Las camisas del marido, que problema. Un problemón. El marido ausente gordita, el mismo que ayer no apreció tus huevos revueltos y tu caldo de verduritas.
-Aureliano...¿Buen día?
¡Buen día Aureliano! decía la gordita a las risas. Sus carcajadas de cascabel mostraban sus dientes y encías.
Por enésima vez en el mes lavó sus cabellos con aceite de lilas porque el marido estaba por llegar y adoraba hundir su cabeza en ese colchón enrulado y suave con aroma a flor.

jueves, 11 de noviembre de 2010

-Otro cuento (a medias) arrancadito de aquel árbol de viernes-

"Corazón"
me dijo el castaño
"las medias que me regalaste me resaltan la comezón"
Rascóse entonces el castaño come-roedor. Conmovedor. Era un invierno frío y yo me hice la que cose medias con colador. Seis capas de ropa gastadita me ponía yo para ir a trabajar "abrigaducha" (a medias).
Él las pone dentro de la valija porque nos vamos de viaje a Neuquel. ¡Faltan dos semanas para nuestra luna de miel! Más bien de caramelo- y cada vez que digo esto mis gurdunches se me espantan, quedo petrificada por la curiosidad- pero me repito una y otra vez: " cuando estés allá, lejos, sumergida en el frío de Neuquel; acordate de la medias tejidas, del abrigo gastadito, de la novia del Jety"
¡Jety! Mi mejor amigo color lila panzón. Despansurrado, pelado, lo castraron. Lo encontré descuajeringado en la moquette color melón del cuarto de la Emy.
Aunque digan que es buena yo no confío en ella.
Habla mal ¡pobre! ¡nunca aprendió! Inventa "ues" donde no las hay. Por ejemplo: fuimos a nadar al "estanque" y ella corría como una abombada diciendo: "¡el estaunque, estaunque!" (pobre Emy)

sábado, 6 de noviembre de 2010

de los frutos del árbol, gaby y ceci sacan esto:

¡Recreoooo! Suena la campana del amor. Y van los capullos de niños, correteando y haciendo escándalo. Mirando el cielo.

Hay un cuidador en ese patio, que tira de las trenzas de la más flaca, que se apellida: ‘’Compañuchi, Celeruchi’’, la niña almohadón.

Felipito odia a la Compañuchi, me lo confesó el otro día, fuimos al cuarto de escobas y pasó lo que temía. Él pataleó, vomitó y se puso verde. Susana llegó enseguida. Porque claro, le gusta controlar al alumnado. ¡Vieja puta! ¿Te encanta no? Lo disfrutás. Igual yo te regalo mi kilo de frutillas, las degusto al sol y llamo al Abuelo Bosque, él sabe de gomiballas y bombachas. Aunque no pregunte.

- Terminó el recreo Susanita. Subir la bombachita, te portaste mal… ahora a disfrutar.



de ruiseñoreses y otras calañas...

lunes, 4 de octubre de 2010

montaje paralelo

Ayer de noche tuve un sueño con montaje. Un sueño editado.

Vos y yo abrazados en la sala de visitas conyugales de una prisión. Yo iba a visitarte, no se porqué estabas preso...por tenencia ilegal de alguna sustancia, o por el simple aspecto de tu cabeza pintada.

Repito: vos y yo abrazados en la sala de visitas conyugales. La habitación de color blanco, más bien gris, inmundo. La iluminación fría, helada; un tubo de luz que amenazaba con dejarnos a oscuras, (lo hubiese preferido). Una tabla atornillada a la pared, por cama. Arriba de la “tabla-cama”, agarrados al techo, dos fierros en forma de “u”; para poder sostenerse si la posición lo requería.

–“¿Cojen hard core acá?”, le pregunté yo. Él me respondió con un abrazo eterno. Y evidentemente no tuvimos sexo, nos quedamos inmersos en un montaje paralelo.


r.uno (sueño...)

viernes, 17 de septiembre de 2010

el temita del día de hoy...

Tres relojes desincronizados. Uno marca las 22:57, el segundo las 22:49 y el último un minuto menos que el anterior. No se a quién creerle. No se en cual confiar. Me dan miedo los relojes. Me aterra el poco control que ejercemos sobre ellos. Intento calmarme. Debo saber la hora correcta. Ansío conocer cuál será de esas tres cifras, la que realmente esté marcando el tiempo convencional, el rector universal.

Esquizofrénico.


r.uno

domingo, 12 de septiembre de 2010

Alfombra voladora (zzz…ee…ttah)

Parece que nos deshicimos del mundo, en un solo sueño. Como el polvo que viaja sin saberlo por el viento. Parece que nos deshicimos del tiempo. En una galaxia donde coexisten animales, ales, sales.

Sales de tu casa con poco abrigo, y una mochila llena de canciones para dar, para cantar en la ducha, o debajo del agua cuando nadas en la piscina del patio del vecino. El vecino: ´´Niñocino´´.

Niñocino y sus amigos, Tino y Pinto, jugaron al pin pun pan ¡paaaauuuu!
Vino Pau a convidar con un cacho de pan y almendras, con flan. Al igual que Flanders: el odioso vecino de Homero Sin Son. Sin ton ni son.

Son los besos, esos, de esos: quesos suecos.

¿Quién sos?, ¿quién me toca las tetas? ese berreta con zeta: zetamina.

Toma zetamina, y muerde la vitrina o la cortina, porque no hay persiana en la ventana americana.

Me muerde el pescuezo mientras escribo esto y leo ‘’El cuarto de Leo”.
Parada, siempre parada la pija, parada en mi cola, en mi concha, en mi boca, en mi mi mi mi mi……puntos…no sigo mas. Me voy a co. . . cooperara, cooooo…. Imagínatelo.

Perra.

r.uno (parece que lo de la alfombra se lo tomo en serio).

domingo, 29 de agosto de 2010

-Domingosh con eshe-

Rossy De Palma fue con shus amigueses a tomar un té dominguero.
Hablaron de todo y hablaron de sexo, esto me excita, aquello es exceso. Sosteniendo platito en la palma y tacita en la mano, todo porcelana del Japón, contó intimidades adorables al tiempo que escupía un pedacito de torta de fiambre que sin querer salió expelido y se depositó pleno de baba en la frente de una vieja cotorruda. Cotorruda, sí.
-Shoy Rossy De Palma, no me ecsssita.
No le excita aquello. Confesó entusiasmada.
Sus pulseras doradas tintineaban en su muñeca y esos párpados caídos inconfundiblemente me reclamaban urgente un toque de desmaquillante aliviador para ojos cansinos. Todo eso,sí. Es que todo es intenso entre amistades toquetonas y comprensivas. Rossy se sintió plena like a virgin y recordó que hoy en el autobúsh se cruzó con Tona, antigua amiga ahora Potoca. Está toda Potoca dijo aquél, claramente refiriédose a su cara de pan casero. Que le pasa a la Tona? ultimamente,tal vez? parece que en todo este tiempo que pasé sin verla hubiera tenido tres hijos. La noté re madre, no me reconoció en el bondi y tenía puesto un buzito celeste y una cartera floreada. Tona,estás bien? se bajó, cruzó a la parada de enfrente y paró un ómnibus que iba hacia el otro lado. ????
yo la miré torciendo el pescuezo desde la ventanilla,azorada. Tiene una expresión confusa,la verdad no se en que anda, ya le preguntaré a Ana,la Tona antes tenía mucho más rock y ahora de golpe se echó veinte años encima.
Un día me enteré de casualidad que su verdadero nombre es María Toniana.
Rossy and friends habían hecho una canción y siempre que podían se la cantaban en toda ocasión que se prestara con unas copas y algunos humos de más:
To, To, Tona-Tona-Tona. Pocota, baila la Tona, Tona Potó
La Rossshy terminó su domingo durmiendo plácidamente luego de llenar previamente su estómago y por ende su alma. Alma y Estómago se dan la mano,en algún recoveco se toquetean,se hacen cosquillas. Y recuerdan la promesa que le hizo a la Roshy su amigo del alma. Un blog viperino sobre huecos y oscuridades estrafalarias.

-RUISE DOS-

martes, 24 de agosto de 2010

Hace un rato me acordé de cuando nos cosían las zapatillas a las medias. Me vino a la mente la imagen de las costuras, la madre de las mellizas dando puntadas en diagonal con doble hilo negro en donde las zapatillas de ballet de cuero se juntaban con las medias can can. Las zapatillas rosadas estaban un poco despintadas, a las tres nos había pasado lo mismo, el cuero estaba algo gastado y el elástico rosado también, a veces miraba los bordes y tenía la sensación de que habían sido mordisqueados por ratones.
Las medias de nylon quedaban arrugadas, con globitos en el lugar de la costura y las de la más grande eran de un rosado más tirando a fucsia y más transparentes también.

sábado, 14 de agosto de 2010

Ayer...

Me levanto a las siete de la tarde. Lo primero que hago es embutirme todo lo que hay arriba de la mesa. Empiezo por el chocolate. Chocolate blanco, espeso, lo deshago en mi boca. Hasta que quede blando, baboso, pegajoso. Suculento. Sucumbo lento, y después rápido, demasiado rápido. Y reprimo el misterio. Ni siquiera se jugar. Por un segundo reduje todas mis posibilidades al tentador pastel de crema y frutilla que descansa en la mesa, terminé conformándome con sabores mundanos. Hoy no creo probar el olimpo, mañana tampoco.

Cuestiono. Me alejo cada vez más de mí. O estoy tan cerca que me quemo. No hay más que un milímetro de distancia entre las bocas. Sin embargo, no muerdo, no beso, no como. Estoy llena. Vos en la guerra. Solo, ya no convida (ya no con vida). Lucho con la música que agarra mi cuerpo, música en todos lados siento. Bailo, para vos, y ese es el error. No me ves, no me cojés. Me olvido del anuncio que vi en la televisión, de los clichés del porno (sí, son clichés), y me masturbo mientras bailo. Si no hay dos cuerpos juntos, entonces hay uno y otro. Dos cuerpos distintos. Especies siniestras (¿cineastas?). Cine: en la pantalla son dos que se convierten en tres, o en cuatro...quiero saber más, pero sin preguntarlo. Deduzco por las formas, por las miradas, por como encastran, que fuiste uno con ella, y tres con él. Y prefiero que te vayas, que me dejes sola, que te acabes en su cara. No.

Termina la noche. Triste. Ya no es adolescencia, pero a vos te excita la maldita pendeja. Y para no quedarme atrás, meto en mi concha a todos los que pasan de los treinta, así jugamos a ver quién puede más. Quién pasa el límite.

No estoy acostumbrada a esto. Dentro de la luz que generamos, hay cuartos que tienen puertas con trancas, que no quiero abrir, que no querés abrirme. Y está bien que sea así. Me perturba el silencio. Pero prefiero el silencio, antes que el vacío. No me muestres el vacío, no lo quiero. Llenalo, no de oscuridad. Que abunda.

...dormí catorce horas de corrido, la cabeza en blanco, zumban los oídos. Me poso en la lágrima que está a punto de saltar de tu ojo. Y respiro por detrás, por detrás del telón de terciopelo rojo, lleno de polvo. Polvo blanco que entra y socava. Polvo blanco que te saco a fricción. Polvo.


(r.uno)
suspiros

jueves, 12 de agosto de 2010

buenos muchachos

los buenos y los malos hacen lo que quieren.
yo soy buena y a veces mala;
mala y a veces buena,
depende.
depende del lugar, de la hora, del momento...de verónica
(y vos marcelo, ¿sos malo o sos bueno?)


(observo las fotos que sacaste a otros sin querer indagar demasiado.)

una buena muchacha y un buen muchacho descansan en el pasto azul.
los ojos de morfina penetrantes.
escapan sus almas agitadas como corceles.

¿estás agitado en este momento?
yo un poco...debo confesar.
es el temperamento, el nudo, el limbo, el miedo...
el medio: de comunicación, de recepción, de.
¿es posible que exista un canal sin interferencias?

canal limpio y lubricado, dilatado al máximo.
todo entra, no hay filtro.

el buen muchacho toca una melodía medieval
la buena muchacha escribe esto, y aquello.

escriben, cantan, besan, se empapan, resbalan,
conjugan, crean, tocan, se tocan,

tocan una canción de los buenos muchachos.


(r.uno)

buena muchacha

jueves, 5 de agosto de 2010

De la niña bien.

Era una niña bien. Atendía siempre la clase de la maestra Pedorra, sin hacer objeción alguna ante tales disparates. Todos, todos los bichos nocturnos que se movían alrededor de Nadia, pasaban sus narices una y otra vez por el tarro blanco. Snif y al tacho, snif y al tacho. Nadia miraba y no llegaba a comprender el espectáculo.

Una niña, que de niña pasó a ser mujer. De un salto, se deshizo de la tapa mágica, en una habitación con aire a prostitución. Sacudiendo todo lo que nunca tuvo con un monstruo negro...como la cama tampoco alcanza, se arrastran por el campo, por el barro, y su vestido ya no es blanco. Siente sed, se levanta a las seis de la mañana con un hombre que derrama tinta por la boca. Llena la copa del líquido negro y bebe con ganas, con ganas de beber. Traga el contenido de una sola vez. Se aleja del cuerpo inmóvil, frío, desnudo, y se sienta en un rincón a llorar. Las lágrimas negras caen, ya no tiene cara de cuento. Se acerca al charco oscuro y observa su reflejo: “cara de niña bien”. No cree en nada, en nadie, Nadia no cree en ella misma.

Vuelve a su casa cansada, abrumada. Se dirige al patio y se sienta en la hamaca del jardín de las delicias. Con el vaivén siente la calma llegar, junto con el té que dejó Alicia esperando en la mesa, debajo del árbol de Tilo. Un duende baja de la rama más alta y peina su cabello. Lo acaricia con tanta ternura, con tanta delicadeza, que Nadia se duerme; y en el sueño ya no es ella, y en el sueño ya no es él.


(r.uno)

miércoles, 4 de agosto de 2010

Nôi

Cierra los ojos y se imagina que es una serpiente...

Llovía y me mojaba, en medio del caudal de crema. Me mojaba mi ardor.

Parada.
Al lado una cama que no participó. Me muevo, me muevo adentro. Afuera, se mueve mi pelo, se mueve mi voz...ahogada mi voz. Me asombro de lo bueno, de lo nuevo, del infierno. Y me tranquiliza tener tu calor. Hundo mi nariz en la parte más comestible de tu cuello, afilo mis uñas en tu espalda y siento adentro, demasiado adentro. Duele adentro, muerde adentro, quiero adentro, tengo adentro.


El grito era azul. Igual que tu beso, igual que tu lengua cuando baila. Un sonido metálico, disonante.

En medio del sótano húmedo hay una mujer desnuda. Una mujer de piel pálida, blanca, blanca como Nôi. Otros idiomas hablan, varios idiomas hablan, las voces que llenan todo de vapor. Espeso, cae el semen de su mano, mientras las lenguas, frías, heladas, nadan desesperadas.

“Outside it´s shining, outside it’s cold”...duermo profundo y lento.




(r.uno)

lunes, 2 de agosto de 2010

-a veces sueño en forma de canción-

"vos perdiste votos detrás de ese mostrador y querés recuperarlos más allá del jardín"

una vez más me desperté con una melodía sobrevolándome el cerebrito de huevo frito. era medio murguera la canción y me generó algo de intriga. ¿quién sería ese señor que perdió votos? se me ocurre que era médico, creo que en una parte mi sueño mostraba eso. doctor, acodado al mostrador. capaz corrupto y todo. alguna se mandó.definitivamente murguero

-Ruiseñora Dois-(con amor y un vaso lleno en ese bar de viejos alchólicos doctores uruguayos y murgueros)

martes, 27 de julio de 2010

-necesidad-

tengo un reloj de arena envidiable. soy una pera angosta, una guitarra fácil de transportar, una avispa de las que pican sin sal.
tengo una insistente duda existencial:
es posible que yo pueda de alguna manera visualizar
todos los kilómetros
que me faltan para llegar?
Lili se fue a vivir con el profe de Literatura Latinoamericana.
Y yo, que casi exploto, hoy por primera vez sentí asco de la manzana.

Los nenes juegan a ver quién logra una mayor disociación. Cuanto más intoxicados y repletos, mejor. Yo, la transparencia hecha persona, me suelto mucho más en este espacio que en el anterior. Acá me destapo, soy de terror.

Ruiseñora DOS (hoy se enervó de lo lindo)

sábado, 24 de julio de 2010

...lust

Un cuerpo se desprende de otro cuerpo, y genera un tercero. Y así sucesivamente...Una boca que contamina otros labios, que infecta. Debajo de mi cola, desnuda, hay un charco de sangre fresco que fluye desde el canal de evacuación. Mi boca pierde la hora y se atonta por tanta erección. Como un imán, mi lengua se dirige en forma de flecha y saborea todo su sexo, comiendo. Como: boca-pene, pene-boca, pene-vagina...y sigo comiendo. En mi plato, con forma de cama, con forma de playa, con forma de ascensor, están servidos todos los alimentos. Alimentos que son deseos, alimentos que son sueños, y así alimento la fantasía.

Un hombre con un antifaz que me seduce, un hombre con una guitarra que me toca, un hombre con una mujer, que soy yo.



(r.uno)

martes, 20 de julio de 2010

Camino por la playa Ramírez.

Invierno hostil. Mar sucio. Arena inmensa, arena negra. Y en mi cuello una bufanda negra. Busco el frío golpeando mis cachetes, resquebrajando mis labios. No es tan grave. Creo ya en mí. No tengo miedo, y beso con ganas. Las historias sirven y enseñan, quedan atrás con el andar cansino, despacio, meditabundo. Hay voces que me hablan y el mar me arrulla. Busco tranquilidad bajo este sol. Observo la paleta de colores que despliega el cielo. Olor a río, horizonte perdido...


ruiseñora uno (caminando ¡con este frío!)

lunes, 19 de julio de 2010

pero más me gusta

I wanna be there, with me.
I wanna be there, with you.


La banda sonora del momento. Un Palacio que se extiende en cada paso, en cada verso.

Atemporal.

Nada es síntoma de preocupación. Debemos calmar, calmarnos, y disfrutar de la brisa, de la lluvia, como una leve caricia que se expande desde esta canción.

Dos cuerpos juntos: se comen juntos, se agitan juntos, acaban juntos. Y ya no hay más ...solo respirar, solo bienestar. Si bien las valijas están armadas, reposando en el borde de la cama, no es necesario salir a la puerta y tomar el primer avión. Mejor es saber que en mi armario hay un estante, y en tu cuarto todavía queda un cajón, o quizás dos.

Abundan los perros de la calle, que bajan mi falda en busca de calor. Abundan las abejas en los panales, abundan: especies abundan. Me gustan los monstruos, me gusta el andar felino, el aliento viperino. Pero más me gusta tu canción, pero más me gusta tu color, pero más me gusta...


ruiseñora uno

("...que viva siento mi lengua cuando tu lengua está sobre la lengua mía...")

jueves, 15 de julio de 2010

no se leer

caí.

me levanté,

caí.

dormí.

dormí sola,
dormí contigo,
dormí conmigo.

no descansé nunca.

aprieto tu corazón,
solo hay cenizas.

miro las marcas,

tengo marcada la piel,
tengo un letrero en mi frente
y no se leer.



ruiseñora uno

martes, 13 de julio de 2010

Burócratas

Corro entre los autos y las gentes grises. Tapadas entre bufandas, telas y almohadas. Estoy enfurecida. Odio los tiempos perdidos entre trámites sin sentido. Corro entre cientos de burócratas y ejecutivos. Antes de llegar a mi destino me piden que fotocopie el último Carné de Bebé que sacaron en el año 1932, ¿para qué sirve todo esto?.

- Preciso una constancia de domicilio.
- No tengo señor, yo no tengo domicilio propio. Vivo en una casa, pero no me pertenece.
- Entonces no va a poder realizar el trámite, lo siento. ¡El siguienteee!, ¡¡¡número quinientos cuarenta y dos...!!!


¡La puta que me parió! Grito, mientras gasto el tercer boleto en menos de una hora. Voy del Centro a mi casa, de mi casa a Pocitos, de Cutcsa en Cutcsa. Me canso, me contracturo y maldigo a todos los funcionarios públicos.

Quedan diez minutos para que cierren la oficina y yo preciso que el encargado del Departamento de Carné de Bebés del año 1932 me selle el bendito papelito. Llego a la oficina después de dar varias vueltas en la puerta giratoria. (Lo único que me gusta de las oficinas son sus magnificas puertas giratorias. Cuando sea grande voy a tener una puerta giratoria en mi casa). En fin, después de jugar un ratito con la puerta, busco la oficina correspondiente. Me acerco al puesto de informes y una veterana con cara de guiso en mal estado me indica que debo dirigirme a la oficina del Señor Hipopótamo.

-Subís al piso trece A y preguntas por la oficina trescientos tres.

Sigo las indicaciones de la señora del guiso podrido y encuentro el lugar. Golpeo tres veces. Nadie atiende. Golpeo tres veces más. Una voz de ultratumba sale de adentro de la sala.

-Paaasee.

Entro a la oficina.

-Buenas tardes, necesito hablar con el Señor Hipopótamo
-Soy yo, que quiere.
-Preciso que me selle este papel por favor.
-Permítame.¡ Ahhh!, veo que se trata del año 32’, sabe que estos sellos yo no los tengo debe dirigirse a la Oficina Central de Correos y preguntar por...


Justo ahí dejé de escuchar, justo ahí dejé de pensar, y llena de una furia incontrolable agarré el cartelito de encima del escritorio y en medio de la frente, como un rinoceronte, le dejé incrustado su nombre “Señor Hipopótamo”. Me fui enseguida, no sin antes dar un par de vueltas en la puerta.


ruiseñora uno (en un ataque de trámites)

lunes, 12 de julio de 2010

noches blancas

Una vez más el cine me inspiró...


Hoy lloro y me acuerdo de mí. Veintiuno, veintiuno, no puedo olvidarme de ese número. Recorrí veintiún veces el mismo camino y todavía me equivoco, aún sigo encantándome con la casa hecha de dulces, aún me engañan, me empalagan las babosas. Y no aprendí nada del amor.

Parece que estoy en Venecia, aunque nunca fui a Venecia. Pero sé que es así. Lo leí en un libro y lo vi en la película de Visconti. En las “Noches blancas”, me entrevero entre los puentes y todavía sigo sentada en la nieve esperando. Inútilmente...

Me preguntan si puedo lavar la caja de Pandora. Y no encuentro más sorpresas.

ruiseñora uno (meditando en el frío)

domingo, 11 de julio de 2010

-pavor-

pérdidas. Temo. aquello que siempre temí. aquello que una vez temí.
pérdidas. de tiempo. de lazos. de redes. de anexos.
Temo y lo que temí sucede,pasa ante mis ojos. Está sucediendo.

sábado, 10 de julio de 2010

-fragmento II del posible futuro cuento-

Ya me acordé. Un día sucedió que él reconoció la canción, la bailamos varias veces y en un momento se atrevió a decir que era la banda sonora de una película. Y se ve que le gustaba. La película. Bueno, y la música también.
Valoré su comentario mucho tiempo después, más precisamente recién hoy, más de dos años después. Hoy de mañana mientras caminaba una calle en bajada vi una frase escrita en la pared de una casa bien pintada en Pocitos.

La música sonaba melancólica y seguramente también la película era así. Todavía estoy por verla. La parte mas intensa del recuerdo es su forma de hablar, comentó tímidamente y como al pasar, en realidad preguntó respetuoso si efectivamente la canción que escuchábamos era de esa película. Y ese mismo día
se llevó una copia del CD.

Ahora que es padre seguramente deje para después el tiempo de salones con espejos. Bailar y mirarse al espejo, dos cosas bien tuyas.
Tener hijos, algo que nunca me hubiera imaginado de vos.

Que lindo nombre le pusieron, es realmente lindo, siempre fue uno de mis favoritos. Ahora voy a borrarlo de mi lista de nombres, lo usaron ustedes y yo quedo automáticamente periférica. Por fuera me dejan

Ruiseñora Dos (a veces con los pies en la tierra)

jueves, 8 de julio de 2010

a cerca de un día en la pradera

Veo pasar los conejos en cámara lenta. Corretean por la pradera. Son más de veinte, pierdo la cuenta. El cielo es verde y el humo que sale de mi boca tiene olor a planta, cultivada en la selva de mi vientre. Creo en el tiempo que compartimos, no se como nombrarlo, me sale algo así como Roberto. Pienso en esto, mejor le cambio el nombre: Aureliano, es un tiempo Aureliano. Hoy canto para mis lunares, tengo ganas de festejarlos, hay cientos de ellos por toda mi extensa y blanca piel, los miro, los saludo, me enamoro de uno especialmente. Decido sacarlo de mi brazo y llevarlo hacia un conejo que me olfatea el pie descalzo. Me acerco a su nariz movediza, estiro sus bigotes, y en una de sus orejas dejo el lunar más lindo. También nombro a este roedor oledor: Ram, tiene pinta de tener mucha memoria.

Siento que dormí por años, que me acosté en invierno y desperté en Enero, cubierta de arena y sal. La brisa no me molestaba tanto, por eso cuando cerré los ojos me dejé arrullar por el viento. Mis piernas, cubiertas por un pareo, tienen la forma que mil hombres le dieron, fueron talladas con lenguas de acero y acentúan la concavidad de mi estrecho. Llevo en el pelo resortes que catapultan canciones y se enredan allí todos mis pensamientos.

Vuelco mi espalda hacia un costado y veo tu cara dormida, me rio bajito, no quiero despertarte. Acaricio tus labios tan besables, tan amables. Revuelvo tus papeles, hay un dibujo que me llama la atención: una pradera llena de conejos.

ruiseñora uno (con mucho más sol)

miércoles, 7 de julio de 2010

“Realized I don’t want to be a miser...”

Era un día de festejos. Y yo totalmente por fuera de la felicidad voladora. ¿Chovinismo redondo? No se...no tengo respuestas. Pero me taladra la oreja el cotillón de fútbol. Estoy a un paso de perder la virginidad y me desconcentro por un grito unísono de gargantas celebrando la goleada perfecta. No se ni de lo que estoy hablando. No me comporto como quiero, solo finjo de a ratos.

¿Abejas?, ¿de qué me estás hablando?, sólo quería unos besos ricos con gusto a siesta de verano. Por el contrario, dejé que me hincharas otra vez el lóbulo derecho, que se transforma en el tumor de mi cerebro.

Me levanto sola, con la sospecha de que este día va a ser más oscuro de lo que creía. Amanezco al mediodía, con la luz en la cara, pinchando mis párpados, reafirmando mis convicciones. Ayer, viernes a la noche, me dispuse a rechazar ofertas sexuales, y a evitar ciertos cotilleos y halagos empalagosos, a cerca de lo linda, lo especial, y lo atractiva que soy...decime algo que no sepa. Me das asco. Me vine sola a mi cama, aunque me despedí con besos algo turbios en la puerta. Y yo deseando ser amada de verdad. Pero no era un hombre, era un niño, un loco, un pelotudo, un bicho, y yo quiero un poco de normalidad, nada más. Normalidad en el relacionamiento. Los panes avinagrados me tienen re-po-dri-da. (Me da mucha resaca la noche últimamente).

Selectiva. Me convertí en una catadora oficial del buen gusto universal, porque lo kitsch, lo barroco, me ablanda, como un pene lleno de cocaína. Imposible de enderezar, imposible llegar al estado lanza. Y entonces no me ensarta...

¿Yo me tengo que hacer cargo de tus quejas, de tus penas, de tu adicción berreta? De ningún modo. Egoísmos ajenos no quiero, ya bastante tengo con mi cara de cuento, con mi histeriqueo perpetuo y el esmalte de uñas que corrijo constantemente. Soy una mujer ocupada. Mi tiempo se escapa como majugas en la red del pescador, y desecho las sardinas y las corvinas; a veces me como algún bagre; al rato me patea el hígado.

Para el dolor estomacal existe uvasal, la felicidad no se puede comprar, para todo lo demás: ¿existe master card?...yo llamo al teleshopping y pido un riñón a domicilio, porque hígados ya no tienen más.

ruiseñora uno ...give it away...

martes, 6 de julio de 2010

-pequeño fragmento de un (futuro largo cuento) quizás-

Hubo un tiempo en el que yo pensaba que cada vez que escuchaba esa canción alguien en el mundo que yo conocía se moría.
En esa época Mariana quedó embarazada de Nacho. Él me mostró aquello que tenía escrito sobre una alumna de la cual se había enamorado un poco. Le faltaba una escena en el medio que unificara las dos visiones que se mostraban en la historia. Trabajaba en ello como forma de exorcizar toda lo vivido en ese período.
Recuerdo bien, aunque pasaron más de dos años, las cortinas terracota, el piano y la biblioteca. Ella todavía no se había mudado definitivamente, iba y venía según la intensidad de sus peleas conyugales, y por eso nos rondaban siempre las valijas. Él se sentía solo, ella buscaba escapar. Estaba muy solo en realidad, llegaba de noche y no tenía nadie con quien charlar. Comía solo, miraba tele solo, dormía solo en una cama enorme. Pensaba solo a solas, y eso era lo más torturante de todo.
Yo buscaba escapar. Cuestión de etapas, según ella.
(...)
(continuará, tal vez...)

-La ruise 2-

viernes, 2 de julio de 2010

Fernández Crespo

Parece que por fin lo pude ver...

Ayer fue un día completamente “Fernández Crespo”; y saben de qué hablo cuando digo Fernández Crespo: un día gris, triste, suicida, dominguero, cerrado, feo, cabizbajo-ojitriste e irritable. Todo me molestaba entonces, y todo me molesta hoy. Lloré. Verbalicé por fin lo que sentía y pude descubrir tu rostro, escondido tras la patética máscara de la orgía del viernes pasado. Necesité exfoliarte de mi piel, de mi sien, de mi zen. Ya no soporté más el poco calor que me dabas, momentáneo, inútil, pasajero. Yo estaba en trance, y vos te reías de eso, todo el tiempo.

No tuve vergüenza de llorar a mares, a moco tendido mientras intentábamos leer “ La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, ¡qué me importa Weber!. Largué las fotocopias y el marcador nuevo, amarillito, a la mierda y me puse a desvirtuar una y otra vez el grupo de estudio. Mi amiga me miraba y consolaba mis lágrimas con abrazos y besos tiernos, me mimaba con palabras y con un café riquísimo. Y no podía dejar de tener esa sensación opresora en el pecho, y en todos lados, en las piernas y en todos lados. Maldito día “fernandezcrespeano”.

Yendo a dar el parcial, con un día parcialmente nublado y atomizador. En el ómnibus: amortiguador de clases (metáfora sociológica, ¡si señor!)...allí en el no-lugar, Las Viperinas se pusieron a conversar y a hacer uso de sus lenguas tremendas, cargadas de tinta y veneno sanador. Como el curandero de la selva, hablando de la selva y la acabada perfecta. Trencitas erectas de nenas bien (“bian”). ¿ Y si hacemos de esto una transmisión?, ¿y si hacemos uso y abuso de la comunicación? Propuse llevar Viperinas a la radio del patio trasero del ómnibus vip (it´s very important, please!), y me dijo que sí. Los pasajeros vejertos eran nuestros oyentes, ella sentenció: el público objetivo estaría en la franja de los dieciocho hasta la infinita edad, dirigido a más mujeres que a hombres. Ya que creo, que a los hombres no les gusta escuchar las miserias femeninas ¿se te acaba el idilio chiquito?...

Me sale humo por las orejas y escupo fuego por las tetas, parezco un toro, más bien una tora en llamas. Y me la banco. De última voy al baño y con el bidet me masturbo un rato. Después pienso en algunos de los tontos que me rodean el culo como moscardones y se me pasa la mala racha.

En fin, el día crespo terminó de lo más entretenido. ¡Vaya! Vaya una a saber por qué me costó tanto esfuerzo mental y emocional cambiar de piel esta vez. Mientras serpenteaba en la pista de Livingroom, con mis dos amigotas: Livera y Ab, me olvidaba de a poco de lo que era antes; me emborrachaban las luces (sin saber). Dalton, ya lo cantaste tú. Y me sonaba la canción todo el tiempo, como rington molesto de celular en medio del discurso del docente predilecto. ¡Hay quienes no saben ser universitarios!
(¿palo innecesario?, buscá en el diccionario la definición de paradigma, ¡idiota!). Entre tanto ritmo me salía música hasta por la narina izquierda, y entonces uno de por ahí sentenció: “tú eres la Reina de la pista” y el caramelo se me enredó en el pelo, que asco. ¡Ahhh!, necesito gritar. Hay gente que no aprende más, pero yo con tu sombrero ya no juego.


Luscinia Megarhynchos “Ruiseñora uno” (identificando los textos pues).

miércoles, 30 de junio de 2010

-Aprobado-

En la construcción lóbrega en donde vos cobrás un sueldo y a mi me hacés sufrir, se amontonan papeles caducos mal fotocopiados.
Espero sentada en la escalera sucia menos mullida del mundo, yo traté de sonreír pero se encargaron de borrarme bien todos los colores. Y todavía no me soplé los restitos panificados de la goma de borrar institucional. La máquina de café es aquí lo único coherente, es decir amigable. El noble vasito de plástico me entibia las manos y me prepara para armar un escándalo en caso de que sea necesario.
Lo teórico.Ahora después se viene lo práctico.Voy a ser juzgada por dos incompetentes, los escucho charlar a través de la puerta abierta. La dejan abierta,tienen abierto el mal gusto y la falta de consideración.Charlan trivialidades pero estas son las trivialidades más grises que puedo imaginar. De ondulaciones, de belleza, de eso ni hablar.
Por suerte(siempre tuve suerte) su realidad es incompatible con la mía. Eso quiere decir que todas sus barbaridades nunca jamás me van a importar. Me interesan mucho más mis vómitos cuentitos inevitables salvadores en momentos de aplastamiento y espera, que el resultado de un burdo examen.

martes, 29 de junio de 2010

yellow



un papel amarillo.
no por viejo, sino por amarillo.
amarillo como Van Gogh.
amarillo como yo.

amar y yo: amarillo.


sábado, 26 de junio de 2010

Buscando un cucharón.

Tantas ganas acumuladas, y nadie para saciarlas. Cansada de autoabastecerme de alegrías puntuales: en la ducha, en la cama, en el magma. Me molesta el resplandor que emanan algunos, y detesto el poco brillo que tienen tus ojos perdidos. No me conformo. Sigo caminando, aunque el invierno se apodere de mis huesos y deje solamente escapar suspiros e interjecciones.
Estoy en la búsqueda de un cucharón. Quiero preparar chocolate caliente y espolvorearlo con canela, quiero revolver sopas de todas las especias, y acurrucarme en mi sillón favorito junto al crepitar del fuego, conjugado con el fuego interior. Quedarme así, dormida, entre atmósferas de té, y besos, y libros, y cuentos. Dormir cucharón. Necesito una nalgueada en ese momento de auge corporal, de sensaciones y acabadas. Necesito poner mi boca abajo, y contonear mi lengua lentamente para que saques de a poco tus gemidos. Sentir la erección crecer en mi boca. Estoy excitada pero no puedo compartirlo. No puedo compartir nada. ¡Qué triste! En verdad me siento triste... Quisiera estar en otra etapa, en otro momento. Ya jugué con vos, con él y con Samuel, y Mel, pero me cansé. Me harto de esta fantasía que se vuela con las hojas y deja polvo. Hay un balcón que chorrea tinta todo el tiempo, y yo abro la boca bien grande, cada vez que paso por allí. Me detengo exactamente en el desagüe e intento que el líquido se introduzca en mi cavidad. Solo consigo quedar manchada y sucia. Apenas saboreando unas pocas gotas. Y sigo mi camino pensando en la tontería que acabo de cometer. Yo también tengo un balcón en mi alcoba. Y riego mis plantas y las cuido. Solo que mi balcón nadie lo visita.

martes, 22 de junio de 2010

Tango: conduce-seduce.

*

Ayer de noche fui al cine. Daban una de Buñuel , muy rara, como todas las de él. Salí reconfortada, hacía tiempo que no estaba sola, conmigo. Tiempo que no disfrutaba ni me seducía. Ayer tenía ganas de mimos y de caricias, mimos y caricias internas, mías y para mí. Compartir conmigo no es fácil, a veces no me dejo ni a mi misma. No me lo permito.

Cuando salí del cine el frío era devastador, comparado con el cómodo y acogedor ambiente de la sala. A pesar de la brisa gélida chocando contra mis cachetes blancos y destruyendo de a poco mis carnosos labios, decidí que lo mejor era ir a casa caminando. El trayecto no llevaría mas de cuarenta minutos, y yo tenía muchas ganas de compartirme ese día. Primero compartirme para mí, comerme de a trocitos, como el último cuadrado de una barra de chocolate, derretirlo y estirarlo en mi boca. Dilatar el placer. En fin, comencé a caminar. Observando el centro de la cuidad apagándose de a poco, cruzándome con extraños a quienes sonreía con todos mis dientes, saludándolos desde el alma. Tratando de regalar ese bienestar que estaba comenzando a llenarme.

Llegué a la mitad del camino. Un semáforo en rojo me detuvo en frente a la facultad de sociología. Mientras esperaba el paso verde divisé un rostro familiar y tan sonriente como el mío. Un rostro que brillaba como la luna. Era mi amiga Tina. ¡No podía creerlo! Todos estos días estuve sola y triste, pensando en todos y en nadie, extrañando, necesitando...pero hasta que no la vi allí parada, con su gorro arrabalero y su saco violeta enorme y largo, extendiendo los brazos, recibiéndome en su casa; debajo del abrigo, no me di cuenta, hasta ese momento, de cuanto la había necesitado.

¡Amiga, que suerte nuestro encuentro!. (Causalidad de mi actitud cultivadora de esa noche).

Enseguida empezamos a conversar como dos niñas excitadas, hiperactivas y algo histéricas: potenciadas por la energía femenina, por el olor a vagina y a pezones erectos. ¡Mmm!, que lindas somos las amigas mujeres, nos disfrutamos y nos amamos tanto...

El frío ya estaba empezando a molestar demasiado, le pregunté qué pensaba hacer en ese momento, me dijo que estaba por irse a bailar tango, y accedí a ir con ella de inmediato. Estábamos a pocas cuadras del lugar. En el camino seguíamos conversando, mirándonos profundamente a los ojos, riéndonos. Yo saqué un lápiz labial y pinté mi boca curtida por el invierno. Ella me dijo lo linda que estaba. Siempre me dice lo linda que soy, que estoy. Me halaga, y eso me hace bárbaro.


**

Llegamos. Entramos con el alma llena de colores. Subimos una escalera y pasamos por varias mesas de un restaurante que estaba dentro del mercado. La estética del lugar me hizo acordar a los almuerzos en el puerto con mis abuelos. Aunque el olor a río no se percibía desde la calle San José. Misma arquitectura, distinta locación.

En el costadito de uno de los pasillos había una puerta. Es acá, me dijo Tina, y me sonrió abriendo paso a la pista. Enseguida quedé embriagada, elevada. El lugar era hermoso, increíble. Pasamos por la barra, hasta llegar a un escenario lleno de mesas y de personas. Buscamos la mejor mesa, dejamos los abrigos en la espalda de las sillas y pedimos algo para tomar. Yo una copa de vino y ella grappamiel.

Había que calentar el interior. (Brrrrrr. Me sacudo del frío que tengo ahora escribiendo esto, mañana helada. Voy por café...)

Como decía...copas. Mesa, música...¡a bailar!

Ella me presentó a sus amigos y compañeros de baile, y por supuesto a su chico. Hace unas semanas que está saliendo con un bailarín que conoció en ese lugar, y yo no pude resistirme a comentarle y adular a su hombre. Típico de amigas mujeres. Siempre que una muestra quien es su presa, yo busco sus puntos débiles, tiro dardos, y nos humedecemos.

Tomamos nuestra copa y enseguida varios hombres se acercaron a invitarnos a la pista. Debo admitir que ese ritual me resultó bastante extraño, y por momentos incómodo. Yo amo bailar, pero nunca espero a que nadie me invite para hacerlo. Simplemente llego al lugar y mi cuerpo se eyecta entre la multitud danzante. Mis oídos dirigen mi cuerpo, y mi boca canta lo que le parece que mis piernas deben seguir. Es algo extraño, pero así me sale bailar. Ahora estaba en un mundo nuevo. Nunca había bailado tango, nada mas algunos pasos básicos que Tina me enseñó una noche borrachas, caminando por alguna calle de Montevideo. Pero nada más que ese vago recuerdo. Yo estaba dispuesta a aprender. Pero aprender de verdad, no quería bailar con cualquiera, yo quería elegir a ese hombre, y me dispuse a rechazar propuestas hasta que llegara el indicado.

Mi amiga se fue a baliar con su chico y yo me pedí algo más para tomar. Enseguida se me acercó un hombre y se sentó en la silla que había ocupado mi amiga. Era más grande que yo, y tenía acento extranjero. Me sonreía y me miraba deseante. Lo sentí. Yo coqueteaba, como bien me gusta hacer, y hablábamos de temas triviales y no tanto, y me hacía la interesante y no tanto...


***

Cerré los ojos y me dejé llevar por la música. Él acomodaba mi cuerpo. Yo lo dejaba, quería aprender. Me explicaba para donde moverme, giraba mi cara y la apoyaba en el mejor lugar, para desplazarme cómodamente, y al mismo tiempo poder escuchar las instrucciones y las palabras cerquita, boca oído, oído boca. A veces me alejaba un poco y sentía que perdía el equilibrio. Lo difícil del tango es bailar en puntitas de pie. Anular mis talones, concentrarse en el ritmo suave. Me dijo que lo abrazara como si nos conociéramos desde siempre. Y supe que era una danza de seducción. No había nadie y estaban todos. Yo cerraba los ojos y bailaba uno, dos, tres...todos los tangos, uno atrás del otro, y aprendía , mis sentidos abiertos y expectantes todo el tiempo.

El preguntó si mi piel tenia mas de esos lunares que mi remera dejaba lucir en mis desnudos hombros. Yo dije que sí...que era una galaxia. Y el abrazo con confianza se convirtió en un saludo de sexos. Sentí su pene algo erecto rozar mi bajo vientre y me excité un poco. Me sentía acolchonada y lubricada.

Después de una seguidilla de varios tangos decidimos descansar. Fui por agua a la barra y después al baño. Cuando bajé mi bombacha descubrí lo que intuía mientras bailaba, la causa de mi charco repentino. La sangre había comenzado a bajar por mi canal vaginal. Me sentí mas mujer que nunca. Bailando y disfrutando de el ciclo menstrual tan deseado. Semanas atrás cometí un error ovular y temía por mi cuerpo. No cuidé mi salud reproductiva, aunque no trajo consecuencia alguna, por suerte.

Volví a la pista. Me senté en mi mesa. Conversé con mi amiga. Compartimos el baile, las sensaciones y un abrazo a modo de festejo por la llegada del ciclo. ¡Ufff!. Alivio, (tenía las tetas duras y molestas desde hacía días). Ya estaba calmando.

Otra vez el extranjero reclamó mi baile. Y yo acepté como buena aprendiz. Esta vez menos tensa. Fue una danza sexy. Olía su boca, instruyéndome y explicándome. Ese olor me hizo acordar a alguien que me niego a olvidar. Sobretodo porque hoy otra vez lo vi desde la ventana (pero esa es otra historia, que nada tiene que ver con esta). Terminó el tango y yo con la música. Acabamos los pasos juntos. Acabamos juntos. Y no en un acto sexual, ¿o si?. Me cuestioné esto ayer y ahora escribiendo lo vuelvo a hacer. Averiguaré...


****

Dijo que iba por caras nuevas, pero que ya bailaríamos otro tango. Al instante un veterano, con quién ya había conversado, me saco a bailar. Mujer. Otra vez: cerré los ojos y las piernas seguían sus pasos como si siempre hubiera estado allí. Era profesor de baile y le exigí que corrigiera mi forma de moverme. Me enseñó el cuatro y el enganche del final. Dos figuras intuitivas. El tango es intuitivo. “El hombre conduce y la mujer seduce” me dijo Carlos al oído mientras yo inventaba pasos.

Abrí los ojos y el extranjero me miraba y se mordía el labio inferior. Busqué a mi amiga que me sonreía y me abrazaba en todos lados. Y me sentí seduciendo todo a mi alrededor.


¡Chan, chan! Terminó el último tango. Me fui contenta.


sábado, 19 de junio de 2010

-lo que no se me ve-

momentos atrás cambié de escenario repentinamente, pero esta vez no era un escenario fácilmente danzable. era el escenario de la calle, en el que tuve que correr protegiéndome de la gelidez y la rapidez de pensamientos. llegué de sopetón a mi escenario más uterino y el cambio repentino hizo que el frío cortante hasta la quemazón fuera reemplazado en los alrrededores de mis ojos por otra quemazón de tipo lacrimal. el agotamiento,la angustia. el agotamiento provoca angustia, eso dicen. otra vez sábado y otra vez ganas de hacer cosas grandes. tengo todo y quiero más. quiero que el tiempo se alargue,quiero tiempos rallentados en mi coreografía de música minimalista. no me gusta decir chau, no me gusta tener que decir todo el tiempo todo. me encantaría que las palabras supieran sobrar y que me vieras iluminada igual que el primer día. que la luz de nuestros días fuera mas rojiza y menos color hielo,color que no existe. pero las palabras no saben ni aprendieron a sobrar,así que por ahora guardo todo para sacarlo cuando la fluidez del círculo me llegue a incluir dentro de su perímetro.
momentos atrás creí que necesitaba de otros con desesperación para que fueran los móviles de mis homicidios. y ahora después de saltar, además de estar mojada estoy de nuevo a solas conmigo. y el agotamiento voló elegantemente. capaz algún día me animo a gritar. ojalá me llames dentro de un rato

viernes, 18 de junio de 2010

37

37

Así empezó, de repente.

Son siempre los miedos, los números…

Cine
Chupar me gustaría
Ema
Ya lo vi en el cuadro
Cine
Quedan quince…

(Voz en off Teca)
Todo el mundo sabe…se miente a sí misma

jueves, 17 de junio de 2010

conversaciones

Hablan Cine y Ema:

Cine
Canino. Canino de perro.
Ema
¿De hincar el diente?
Cine
Eso no se....puede ser...


(elipsis)

Tres palabras más abajo:
Ema
Tengo una lista, la escribí recién.

quiero :
ver
verte
verterte
verter
sorber
beber
cojer.

sábado, 12 de junio de 2010

Hablo del miedo

“Es cierto, estos días son lagrimeantes y convexos. Llenos de versos. Me gustaría un abrazo en este momento. Me siento tan sola, vacía...suspendida. ¿Será el invierno?”

La propuesta esta vez fue mirarse hacia adentro, recorrerse en silencio. Momento introspectivo de placer. Estoy embarrada, toda enchastrada, salpicada de dolor, de pavor, de temor. Miedo. Miedo es la palabra, y me animo a pronunciarla. ¿Miedo a qué? Tengo miedo del número, el peligroso número que se representa en mi mente: miedo al número dos.

Me reflejo en el espejo y estoy yo. Sola. Solamente yo: cuerpo, alma , sexo , mente. (desarmo la trilogía, un número del que no corresponde hablar ahora). Mi sombra va de a una. Agarrada de la mano del hombre invisible, que carece de color (de calor). Mi cuerpo desea desde lo hondo un abrazo sanador. Y no recurro ya a las lágrimas ni al alcohol, caigo tendida , blanda en la red. Mi red de soledad, de color sepia, perdida en la bruma.

Tengo miedo a volar, a volar alto de verdad y perderme en el vértigo al saltar, acariciando tu piel constantemente. Tengo miedo del mar de tu sexo, que me revuelca en la orilla, me ahoga sin freno. Tengo miedo de que deje entrever lo que hay dentro de este envase.

Y ya no importa el maquillaje, ni el viento revolviendo mi pelo. Me importa mi bienestar. Me importa no perderme en la soledad. Y quiero mirarte y abarcar el cielo.

jueves, 10 de junio de 2010

"me vendría muy bien"

Quería conocer las costas del pacífico. Ir a la soleadas playas de California, el sueño de muchos dirán...pero no se trata de eso.

De repente abrí los ojos y estaba parada frente a un largo camino de pasto y arena. A lo lejos el sol hacía brillar los reflejos del mar moviéndose entre las olas. Caminé y llegué a la orilla. La arena oscura y el agua de un azul profundo. Me zambullí inmediatamente. Cuando miré por debajo del agua no encontré líquido alguno...sino un piso de madera. ¿Madera? Salí a la superficie y unos chicos sufistas me advirtieron que esa zona era peligrosa, que en lo hondo había tiburones: la “zona prohibida”.

Yo no entendía nada. Volví a zambullirme. Otra vez lo mismo: madera. Y lo más extraño era que desde ese piso en el cual ahora estaba parada, percibía el océano como una tela blanca pintada de azul, por la cual traspasaba la luz del sol imitando el movimiento y las características del agua. Pero no era agua. Ni siquiera yo estaba mojada, y tampoco tenía dificultad para respirar. Supuestamente me encontraba en el fondo del mar, y en vez de eso: estaba parada en un piso de madera infinito. Miraba hacia todos lados y lo único que veía era madera, madrea, madera, que se oscurecía a lo lejos porque no llegaba la luz del sol, y más hacia el fondo se inclinaba suavemente.

Miraba hacia arriba y aparecía la tela movediza, imitando el agua. Intentaba nadar en el aire, siguiendo con la "lógica" de este nuevo lugar, quizás haciendo movimientos de natación pudiera alcanzar la tela e irme nuevamente hacia la superficie y entrar así en el mar de verdad. Inútil fue mi movimiento. Lo único que conseguí fue encontrarme ridículamente dando manotazos y moviendo las piernas como una patética bailarina descoordinada. Por lo tanto mi situación era bastante complicada. Estaba atrapada en el fondo del mar, que era madera. No había una posible escapatoria. Lo único que se me ocurrió pensar es que el viaje a California no era lo que yo había deseado, e inmediatamente la canción apareció sonando en mi cabeza: ”un viaje a California me vendría muy bien...".

martes, 8 de junio de 2010

Cuento del té.

Redonda, paleada, humeante, reposa la olla en la hornalla de la cocina. La destapo con precaución, el metal está muy caliente. Meto la cara dentro del vapor que trae los aromas de la pócima. –Hace frío, estoy preparando sopa. Sopa de hojas de acelga y de remolacha, con cebolla y un poco de queso crema. Él estuvo triste todo el día, atorado por las lágrimas que no quieren brotar, su problema no es incapacidad, sino que no se permite: debe dejar de pensar tanto en los demás y detenerse en él. Nos miramos a los ojos, sanándonos, mimándonos. El sonido de la espesa ebullición musicaliza la escena (aunque el extractor de aire hace interferencia constantemente).

Ya estaba todo listo. El arroz amarillo, teñido por el curry, las berenjenas con tomate y parmesano, y la pócima: verde y contundente, pócima para el frío. Preparamos la mesa en el comedor, sería más fácil comer en la cocina, pero perdería el carácter ceremonial y encantador. La iluminación era adecuada, la lámpara refractaba la luz contra el rincón, rebotando contra la pared, acariciando el contorno de los rostros, apenas distinguiendo los colores de los platos. Comimos y bebimos con placer, ambos disfrutamos de la danza de aromas, sabores y sensaciones que despertaba el menú. Se escuchaba el “crunch” de las semillas de sésamo desmembradas por los dientes. Conversamos animadamente, reímos, masticamos. De todos modos él seguía preocupado, aún no había podido encontrar su otra mitad, se sentía agobiado, inmovilizado. Yo intenté calmarlo, aliviarlo de algún modo, y sugerí implementar un experimento para captar a la otra mitad errante, extraviada, solitaria. Ambos extrañábamos a ese ser ausente. Propuse lo siguiente: -Hace tiempo leí en un libro de leyendas indígenas que las almas perdidas no son más que seres vulnerables, agotados por soportar tanta angustia y dolor, por eso a veces deciden separarse y dejar un cuerpo sin alma, o una parte sin su mitad. Se van porque no pueden seguir viviendo de ese modo. Pero existe una manera de atraer a estos eternos viajeros. Consiste en “preparar un té bien cargado, aromatizado con jengibre y cedrón, además debe agregarse un ingrediente que represente la esencia de esta ánima.”

Dicho esto ambos preparamos té verde, con jengibre y cedrón, tal como rezaba el libro, y además agregamos una buena cantidad de miel, convenimos que ese ingrediente representaba perfectamente a quien estábamos buscando. Listo el té servimos tres tazas y comenzamos a beber el jarabe. La otra taza aún seguía en la mesa, intacta, humeante. Él estaba convencido de que esto no funcionaría y abandonando todo ánimo se echó a llorar, emanando un torrente que jamás había visto. Las lágrimas comenzaron a llenar la taza medio vacía y rápidamente desbordaron el jarro. Al mismo tiempo que lloraba hablaba de forma muy extraña, ininteligible. Entre tanta confusión me lancé sobre su cuerpo abrazándolo como nunca, y en el abrazo nos fuimos de esa habitación.

Estábamos acostados sobre el colchón verde de una pradera soleada y brillante. Encandilados por el resplandor. El olor a té envolvía el ambiente. Me levanté algo aturdida y divisé un árbol de cedrón, por eso el aroma era tan fuerte, y a los pies del árbol un hombre bolita durmiendo. Nos acercamos al bulto. Ahora éramos tres. Él había encontrado su otra mitad.

lunes, 7 de junio de 2010

reflexión

Dejé el peso de mi espalda reposar sobre una almohada ajena, y no me importó nada. Confié en personas extrañas que me invadieron, identificándome como un ser extranjero, promiscuo por demás: yo misma me convertí en extranjera en mi propio cuerpo. “El viejo mete-saca”. Dejé de pasear y ver solo vidrieras, para detenerme en el paisaje. Contemplándolo todo en detalle, imaginando como era años atrás. Camino por los parques, camuflándome entre las estatuas. Las figuras de mármol me recuerdan que lo único que me queda es voz. Y ya no quiero caminar, ni sentarme, ni esperar, quiero cambiar y construir nuevos espacios. Quiero viajar sin miedo. Solo quiero cantar.

viernes, 4 de junio de 2010

Mi casa

Combato continuamente contra mi estructura. Es una casa grande, inmensa, vacía y fría. Despojada de cualquier sentido de hogar. Soy casa para algunos nomás, para otros posada de paso: lugar de depósito. Descargan aquí toda clase de tensiones, flujos y locuras. No me hago cargo de ninguna, porque no me corresponden. Aunque repercuten directamente en los cimientos. Esta casa cuenta con una suave entrada hacia la húmeda sala principal, pasando el umbral se observan varias habitaciones de distintos colores, totalmente vacías. Apenas cuelga algún cuadro en las paredes desnudas, recordatorios de las marcas que algunos visitantes han dejado.

Mi casa la construí yo misma, con esfuerzo y dedicación, pero hay sectores donde el derrumbe es inminente, y amenazan con desaparecer partes enteras si no hago un cambio urgente, una reestructuración que de un nuevo sentido al lugar. Me acostumbré a perder, y no a ganar colores, por eso, parte del sector nuevo esta teñido de un gris anodino y aburrido, igual que la música de mobiliario. Sin embargo la zona más antigua de la casa es totalmente distinta. Cálida y acogedora, invadida de olor a café con canela. Difícil de encontrar, ya que se debe atravesar el largo pasillo oscuro que va desde mi cama hacia el corazón de la casa. Una vez allí la sensación es otra, un submundo distinto dentro del universo de mi casa, un escondite secreto lleno de recovecos y cavidades acolchonadas, para acostarse y descansar bien, placenteramente. Y acomodar mis pensamientos y mis emociones.

Admito que abandoné mi casa mucho tiempo atrás. No recuerdo con exactitud cuando fue la última vez que planifiqué un cambio o un simple arreglo, para mejorar y embellecer el lugar. Hace unos días que la situación se ha transformado. Me obligué a pasar nuevamente por la calle de mi casa, allí donde se bifurcan los caminos. Entré y el olor se introdujo directamente en mi pecho, brotando por mis ojos, convertido en lágrimas. Volví a mi casa, porque estoy dispuesta a quedarme allí una temporada, y convertirla en mi lugar. Mi hogar interno.

martes, 1 de junio de 2010

Desde mi ventana

Pasa el perro caminando apurado, seguido de su dueño quien lo lleva enganchado del collar. Yo observo todo desde mi ventana, y el perro que tira al dueño pasa por la vereda de enfrente. Mientras en el quinto piso del edificio, al otro lado de la calle, un hombre extremadamente atractivo riega las plantas de su balcón. Mira con ojos de halcón, y sus cejas enmarcan perfectamente su mirada puntiaguda. Por eso se dedica a regar las plantas con tanto cuidado, porque sabe que la chica desde abajo lo mira fijamente a los ojos, y él le contesta con apenas una sonrisa que sale por debajo de sus bigotes. Una sonrisa perversamente deliciosa.

La chica va en un ómnibus con destino al limbo, rumbo incierto y desconocido.Cansada del viaje mira hacia fuera. Cuando el semáforo se detiene en la luz roja, es tiempo suficiente para apreciar con detenimiento el paisaje durante unos escasos minutos. Escasos pero suficientes.

Sus ojos se posan en el edificio que resalta entre el montón, el que tiene forma de nave. Le llama la atención el diseño. Viajeros serán todos los que allí habitan, pensó. Mientras sigue inspeccionando todos los pisos del edificio, nada la convence como para dedicar una minuciosa observación. Hasta que en el quinto piso se detiene hipnotizada. El hombre que riega las plantas observa a la chica sin parar, saca su lengua y humedece sus labios suavemente. Ella sonríe y le devuelve la mirada, y con cuidado sacude sus rizos dorados. Se miran y se penetran durante la pausa determinada por el semáforo. Luego el ómnibus sigue su recorrido. Se desconectan.

Yo lo se todo porque vivo en el edificio de enfrente y la ventana de mi cuarto tiene orientación hacia ese lado de la calle. Yo lo se todo porque siempre observo desde mi ventana al regador de plantas, que me encanta.

lunes, 31 de mayo de 2010

Cumpleaños

Un año más. O una vuelta más al sol, como dice mi amigo Pablo. Ayer el hombre que canta me regaló un planeta con forma de canica. Yo estaba sentada en la mesa del bar conversando con Mer y se acercó y puso en mi mano la bolita, y un montón de palabras que me hacen sonreír todavía. También me regalaron una foto, un instrumento parecido a una campana y otra vuelta más de whisky. (Ese fue el que atiende la barra, como voy siempre me conoce, y me regala cosas que sabe que aprecio).

Un cumpleaños lleno de cariño y de sorpresas, de abrazos y de caras lindas. Que me hacen bien. Se que mis amigos, los verdaderos, están, siempre están. Y me lo demuestran cada día. Los amo tanto...y ellos a mí. Lo sé.

Me desperté tarde, disfrute del sueño. Al rato tocaron timbre, era Marti que venia a entregarme un beso a domicilio. Enseguida abrí la puerta con mi pinta de pijama y la invité con un jugo de naranja. Conversamos de todo lo que conversan las amigas mujeres. Después se marchó a su clase de yoga.

El día transcurre suave y frío, pero con un cálido sabor a sábado, acolchonado en un abrazo. Amortiguado por mis rulos.

jueves, 27 de mayo de 2010

-Recreo-

Te recuerdo con manchitas de Colet en la túnica blanca, así te recuerdo. Una túnica tableada, una moña azul arrugada. Olores a infancia y a tierra de patio de escuela. Tomabas Colet sorbiendo fuerte la pajita y salía ese ruido que tanto me gustaba desde adentro de la cúbica cajita. La bebida láctea fría y fuerte se terminaba pronto dejándonos con ganas de más. En ese momento inflabas los cachetes y la tetra brik se llenaba de aire. El próximo paso era sacar la pajita que chorreaba chocolate y tirarla a los pies del árbol viejo de grandes raíces molestas. Y seguir soplando un poquito más a través del orificio ahora vacío. Después dejabas la cajita en el piso, levantabas un pie y la aplastabas.Explotaba, salpicaba, un ruido característico hacía. Estruendo a caja de Colet explotando y te juro que ese ruido marcó mi infancia.

Polvo

Me enamoré del polvo (en todas sus acepciones). El polvo que cubre los objetos de la biblioteca, el polvo que viaja con el aire, que se pega en la piel. El polvo que cubre la extensa llanura de tu espalda, que termina en tu cuello desnudo.

Polvo son mis lágrimas, convertidas en pequeños granos de arena, raspando y llevándose las impurezas al salir. Lágrimas exfoliantes.

Perdí toda mi ternura. Me endurecí. Tengo una coraza que me tranca. Me recosté sobre la hierba, y yo misma dejé, que de a poco, el polvo se adueñara de la libertad de mis movimientos. Me convenció tu voz, voz polvorienta, (voz-pólvora).

Me abandoné en el polvo.

Recurro a la orilla. Al ventarrón del sur enfrentándose con mi cuerpo, suspendiéndome en la atmósfera salada. Dejo que el agua me penetre. Se introduzca en cada uno de mis poros. Dejo que de a poco las olas me revuelquen y expulsen todo, todo el polvo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Como un disparo

Pienso en algo que me haga acordar a vos y agarro el libro correcto del estante. Dentro del desorden: orden perfecto de las cosas.

Intento capturar los momentos y guardar las gotas de sudor que cayeron de nuestros cuerpos para que no se apague nunca la imagen. Las guardo en un cofre con llave.

Entre los estantes te vi esconderte mientras husmeabas un libro indecente.

Hoy todo me recordó a ti: el libro de los "Big Penis" de la Taschen, el té con amigos, el olor a domingo.

Te invento, y me invento historias contigo (¿no será esto un poco obsesivo?).

Ayer creo que te vi. Ibas caminando apurado, mirando para otro lado que no era el mío. Y eso que yo estaba sentada en la mesa de al lado.

lunes, 24 de mayo de 2010

-MAR ESCONDIDO- (canción)

Hombre mirando al cielo
mirando los hombres su vuelo
se juntan el cielo y la arena
Mar escondido
resuena

Olas rugiéndole al cielo
el hombre marcando su suelo
se juntan el cielo y la arena
En el agua, escondido
resuena

El hombre que no es amigo del viento
Aprende a ver cielos de tanto tiempo

Agua implicada en el vuelo
un hombre pequeño del cielo
un sol acapara la arena
Plateado, que brilla
resuena

Muchos son uno del tiempo
iguales, distintos, con viento
un sol acapara la arena
Y el hombre se eleva
resuena

Hombres mirándose el suelo
en lo alto, volaron sin velo
se juntan el cielo y la arena
En el agua, escondido
resuena

El hombre que hace de hijo del tiempo
Aprende a ser cielo con menos viento

Se juntan el cielo y la arena
hermanos el cielo y la arena

Se juntan el cielo y la arena
Escondido, que brilla
y resuena.

(lo imaginé canción,hace un tiempo soñé con ella.me gustaría que alguien le pusiera música y lo cantara)

Luscinia 2

domingo, 23 de mayo de 2010

Pájaro de Pico Niko

Estoy vacía. Sola en la inmensidad de mi libertad. Mi puta libertad que me aprisiona al mismo tiempo. No puedo escapar de ella, me asfixio. Extravío el sueño en mi mirada y pierdo la calma, mi alma se inquieta lentamente y acelera el ritmo cardíaco. No puedo parar mi cabeza. No puedo parar de pensar. De pensar en vos. En mi. En las cosas que fueron y las que no, las que se perdieron y las que escondí en algún extraño lugar de este mar. No recuerdo en cuál estante están.

Estoy incompleta y me doy cuenta. Pero no hago nada para evitar el ardor. Me arden los ojos de mantener el llanto, me arde la boca de no tener tu canto. Quiero volar alto y lejos, y salir de este mundo convertida en el pájaro sin nido y de corazón vacío, en el pájaro de “Pico Niko”, como leía una vez en algún tiempo. Pájaro de Pico Niko, distinto, enfurecido, atrevido. Pido. Pido un tiempo y me salgo del juego, no quiero más cuentagotas de amor ( se lo robo a Charly y no me importa), no quiero más picaduras sin dolor. Necesito ver de lejos el cuadro, sacar una panorámica y revelerla con cautela, siempre me sucede que se me velan los rollos. No puedo esperar, soy demasiado ansiosa.
Me tomo un té y me tiro en la hamaca paraguaya de tu patio, a ver si se me pasa el mal rato, cierro los ojos mirando al sol que con cuidado acaricia mis párpados y trae más noticias buenas de las que creía. Ronroneo un poco: prrrrr, soy una especie de motor, de rollo sacudiéndose. Rollo de pelos, carne, huesos, rollete regordete, comestible. Ronroneo porque amo ese gesto gatuno, porque soy felina y como buena gata mi cuerpo se arrulla bajo el manto solar. Y es ahí donde desaparece el pavor, el miedo que me invade y me impide ser: ser yo misma. Desaparece el pavor a convertirme en una mujer capas de luchar, de generar con mi voz lo que quiera, lo que desee, lo que me inspire el momento.

Abro bien la boca. Grande, suave, roja. Abro bien la boca y dejo salir mi voz. Lenta, preciosa, seductora. Canto melodías que emana mi vientre, mi bajo vientre, mi vagina. Canto la música de mi sexo, de mi ser más intimo, de mi femineidad, canto con mi voz de mujer. Voz que descubrí tiempo después de volver a nacer. Voz que me construye cada día. Voz que me dedico con amor y cuidado. Voz que te llama sin querer...

jueves, 20 de mayo de 2010

Estaba tirada en una cama sucia. El olor a encierro, a humedad, a muchas otras noches empapadas, se percibía en el ambiente. La habitación era infame. Yo estaba desnuda, al lado de su cuerpo dormido, su cuerpo indiferente, como todos los otros, como tantos otros, que pasaron aunque no pasaron por mí. Me daba asco dormirme, no podía concebir descanso si mi piel estaba en contacto con el colchón, las sábanas y la frazada de esa cama de hotel de mala muerte.

Tenía ganas de irme corriendo, o de darme un baño. Pero ninguna de las dos cosas podía hacer. La idea del baño la descarté enseguida, ni siquiera me quise asomar a la ducha. Ya había estado en el baño. Espantoso. Recubierto de azulejos amarillos y la pared pintada de un verde agua, descascarado por los hongos y la humedad. Mientras Samuel me cojía en ese asqueroso baño yo pensaba en la espantosa combinación, en lo patético de la escena, como desentonaba mi piel con ese lugar.

No disfruté del sexo con él. Estaba demasiado borracho y la pija no se le paraba bien, yo hacia un esfuerzo por concentrarme, pero no había química, nuestros cuerpos no estaban logrando moverse a un ritmo que sacara notas extrañas de mi voz. Y eso me hacía detestarlo cada vez que su cara se aparecía ante mí, por eso le pedía que vaya por atrás, para no cruzarme con su rostro.

Abandoné la cama, creo que el colchón rancio era la principal causa de mi incomodidad. Fui al baño a tomar agua. Enseguida lo tenía pegado a mis nalgas, tocándome las tetas y respirándome en el oído. Pero no sabía que con respirar no alcanzaba. A mi me gusta que me hablen, que me derritan la oreja contándome cada imagen que se representa en su cabeza. No se cual es la cabeza que habla por los hombres en ese momento, si la de arriba o la de abajo...de todos modos: la mezcla el perfecta. En fin, a mi me excita que me hablen al oído, acompañado de jadeos y chupeteadas de oreja, hasta ciertos mordiscones, pero no me gusta que simplemente soplen mi oído. Prefiero la brisa retumbando en mi tímpano, no la boca caliente de un baboso.

El hecho es que en esa situación, del baño inmundo, el hombre mudo y mi poca imaginación, terminé por fingir un orgasmo y así culminar con toda esa farsa. Ya no tenía ganas ni de verle la cara ni de que me tocara. Me daba cuenta de mi error constantemente y lo peor era que no podía volver hacia atrás. Y yo quería quedarme en otro tiempo, y en otro lugar, con otro hombre que sí me sabe hablar...un hombre que ya no está.

domingo, 16 de mayo de 2010

animal

Camas vacías. Lados oscuros. Vicios ocultos en la clandestinidad del mundo nocturno.La vampirización de los sexos. El despertar perturbada por tanto resplandor. No soporto el ruido exterior, prefiero siempre quedarme con tu música. Mi boca destrozada por la succión, mi ser hambriento de seducción. Quiero oír siempre tu voz hablándome al oído, suave, despacio.

Transpiración.

Lascivo. Así te deseo.

sábado, 15 de mayo de 2010

salsueño

Ella es una gran esfera de cristal. Frágil. Un inmenso vacío. Hueco. Ella no quiere sufrir pensando en cosas que se fueron y no van a volver, aunque todavía le duelen.
La sal cubre todo su cuerpo y él llega y la chupa despacito, para no despertarla. Tan suave que ella no se da cuenta de que está ahí, no se entera. Mientras él pasa su lengua por el cuerpo esfera, la sal se intiduce por su boca y sale por el orificio convertida en crema. Ella siente que le untan las nalgas. Está desnuda en la playa tomando sol, pero no se despierta del sueño. Un avión la lleva a de la playa a la cama otra vez y vuelve a sentirse entristecida, la sal volvió a cubrirle el cuerpo.

Él aún no llega. Pasa el tiempo y el cloruro de sodio se endurece sobre la piel cristalina, formando una barrera invisible. La sal forma parte de su cuerpo esfera.

jueves, 6 de mayo de 2010

hablando con él: la pared

Un rato puede ser que aguante, pero todo la vida no...¡mintiendo y ahogándome en una pieza sin ventanas!. No poder ver lo que te rodea es muy peligroso, te enloquece, o empeora el fétido estado de tu mente. Sí, esta podrida, tu cabeza está podrida por dentro y por fuera. Eso se nota sobretodo cuando miras hacia un costado, porque desde tu oreja cae una baba verde y blanda que delata tu estado de putrefacción, y emana un olor peor a cien pedos adentro de un frasquito. Yo te miro y no te digo nada, no quiero recordártelo todo el tiempo, pero te pido un favor: cuando vengas a visitarme procurá avisarme antes, así me preparo y perfumo el ambiente, no quiero que se me caigan los dientes, soy muy joven aún, y bella.

Bello eras tu, hasta que el sol no pasó más por tu ventana y decidiste taparla. Por eso se te cae la baba, porque no podés soportar tanto dolor. Yo te entiendo pero no puedo hacerme cargo de tus dolencias, de tus jaquecas, yo también la paso mal de a ratos, y no quiero más quejidos y sollozos en mi cuarto. “Que vas a cambiar”, “que esto ya no va a ser igual”. Estoy podrida de escuchar siempre lo mismo. Me harta la cara de papa que pones cuando te digo la verdad, sos insoportable...pero igual te quiero.

Deseo que estas palabras no suenen a reproche o a rencor, no te digo esto porque esté enfadada como una yegua en llamas, te lo digo porque me gusta la sinceridad, apuesto a ella en mi vida. Últimamente me estoy tomando todo con más calma, y parte de ese proceso es dejar de lado la violencia verbal, por eso canalizo mis sentimientos negativos hacia vos de este modo. Pero admito, que la sinceridad a veces duele y puede llegar a herir. Igualmente no se puede dejar de lado el afán de decir las cosas, hay un tiempo para todo y no es prudente dejarlo en el tintero, esperando que pase el aguacero para desembucharlo todo. No, no...por eso te lo digo ahora que te veo.

¡Ahhh! y una última cosa. Limpiate acá al costadito de la oreja, si...porque se te infecta hasta la ceja sino. Bien, ya estas mas prolijo ahora, si querés podes irte, ya terminé de decírtelo todo. Y gracias por tu tiempo y por el tiempo que compartimos juntos, lástima que el pronóstico fuera una cagada, y encima le acertara.

martes, 4 de mayo de 2010

-Sí-

Me despierto con la cabeza llena de colores que se me salen, recortes a los costados de los ojos,notas musicales cayendo afuera. La melodía que aquel toca en su guitarra llega hasta mi cama y me despierta. Es una tarde naranja y las ideas maduraron con la música traspasando mis cabezas. De mi mente a la suya. Las suyas.
En mi historia hubo chicas espaciales con polleras plateadas parecidas a la que uso para bailar, había toldos de carpas y un atardecer amigo del asfalto. Vi antifaces con plumas, globos y artefactos de colores suspendidos en el cielo, transparentados de luz cristalina además de rosada. Vi en cuclillas a mi inclinación para guardar secretos, hacerlos discretos y encerrarlos en cajitas o en un par de manos ahuecadas.
Descubrí un libro sin título que llevaba la felicidad dentro. Reposaba impecable y añejo en la loza blanca del baño, le abrí la boca y me contó sobre cocodrilos surreales.
También estuve en un cumpleaños negro, o mas bien de negros.Perdía parte de mi ropa y disfraz y todo era familiar y confuso. Todo me era familiar por eso me sentía cómoda,me va bien a mí lo confuso.
El tiempo se suspendió junto con los antifaces y máscaras y alguien contó una historia extraplanetaria que a algunos asustó: "Un pedazo de luz que ves en mí las veces que los ojos no se me llenan de agua". Pájaro negro me hace sonreír, las cosas me van lloviendo y me cantan mientras caen. Cantan que estoy bien, que siga caminando que vengo haciendo las cosas bien.
(escrito por la Luscinia Megarhynchos 2. acuérdense de que acá somos dos. ruiseñoras las dos.vamos a ponerle a ella el n 1 porque es la que usa y abusa mas de este blog. A mí me gusta el n 2, siempre preferí los números pares)

lunes, 3 de mayo de 2010

Postre

Nadie comenta lo rico que quedó el postre. Todos comen en silencio y disfrutan de la mezcla de café y chocolate. Yo miro para todos lados, buscando las miradas, buscando la aprobación del plato, y no encuentro nada. Todos se relamen como gatos empalagados, y susurran cosas ininteligibles entre las bocas llenas y los labios apenas mordidos por los dientes. Debería tomar esto como una actitud positiva, y que realmente les gustó lo que cociné, pero no puedo evitar sentirme inquieta. Por alguna razón preciso esas palabras, frases hechas que denoten la satisfacción de los comensales. ¿Cocino para mí o cocino para ellos? Eso es lo que me cuestiono, por algo me interesa tanto su opinión, aunque el silencio y el disfrute son más que conmovedores.

Desde que serví el postre ya nadie habla. Cuando entraron, todos parecían muy serios y correctos. Acartonados. Cuidándose de no moverse tanto, de no decir una palabra demás, de no dar un paso que los deje más allá y después no sepan el camino de regreso (si es que hay vuelta atrás). Aunque ese clima de tensión nos acompañó durante toda la maldita cena familiar, cuando vino el momento del postre el silencio se transformó en algo agradable de escuchar, un alivio. No era incómodo en absoluto. Ese silencio fue lo más puro que compartimos esa noche.

Después de tomar una copa de vino blanco y terminar de fastidiarnos entre todos, nos despedimos con promesas vanas de volver a vernos, y abrazos casi arrebatados desde el fondo de las copas. Algunos con alientos más alcohólicos que otros. El resto con un grado de indignación por momentos elevado. La única que parecía haberlo disfrutado en serio era la vieja más vieja de todas. A la que ya ni se le podía calcular la edad que tenía, imposible de escribir un número con tantas cifras. Ella estaba borracha, empalagada y con cara de urraca madre, postrada en el sillón marcando con el dedo el compás de una música inexistente para el resto de los oídos, la música de su cabeza. Fue ahí cuando me di cuanta de que no importaba realmente el estúpido comentario, si al final el elemento dulce logró despertar el ritmo de una mente aparentemente dormida.

domingo, 2 de mayo de 2010

Quiero dormir y estirar bien las piernas y la espalda, resbalarme en un sueño donde tus brazos me sostengan y tu voz me bese en silencio. Necesito un aroma envolvente, parecido al mar, que me recuerde a la ola rompiendo, que es igual a nuestros cuerpos cayendo en el sexo.

Los ecos que se escuchan son los ritmos internos de los corazones latiendo. Las aguas que se cruzan son salivas, secreciones y semen fluyendo. Lento. Rápido. Lento, y rápido de nuevo.

Quiero perderme, perderte, y perdernos de todo. Perdernos de los dos...ya estamos perdidos. Abrazarnos en el viento para que nos deje lejos, bien lejos, para que nos deje en el tiempo correcto. Ser constantes pasajeros. Pasajes-pasajeros.

Quiero despertarme y sentir el sabor al sueño dulce, pero no a la mañana, prefiero despertar de noche, porque sé que todavía te tengo.

viernes, 30 de abril de 2010

mamushkas

bipolar.

identidad.

dos,
tres,
cien mujeres en una.

soy yo, vos, esa y aquella.

somos mamushkas.

una,
y la abrís y hay otra, y otra, y otra, y otra....

regresión al infinito.

miércoles, 28 de abril de 2010

suricato-festín-regadera

Dibujo o hago que dibujo.
En el papel hay una persona que tiene algo notoriamente extraño en su rostro: cara de cuento, cara de cuento.

-Nada acaba en el tiempo que se espera. Dijo, y se fue sin despedirse.
Las nubes van en motocicletas, y él viaja en chancletas porque sufre de un calor intenso en los pies.
-Llega el invierno y Montevideo se pone la frazada. Sentenció luego de cruzarse con Paquito, el chico bizco que vive al otro lado de la calle, donde dobla la hoja y ya no sale en el dibujo, por eso no lo ves.

El señor con cara de cuento viaja sin rumbo por la cuidad, dice que se va de tanto en tanto porque se harta del intenso calor de sus pies. Viaja en busca de otros aires que alivien su crepitante dolencia, pero siempre consigue lo mismo: seguir caminando con chancletas (aunque las odie).
La próxima vez que lo vea le voy a regalar un par de sandalias, así no está tan incomodo.
(Lo dibujé con el regalo puesto en la siguiente hoja y queda divino, ¡ realmente lo favorecen las sandalias! Siempre de chancletas no iba con su look de motoneta.)

Él es un suricato.
Usa la regadera en vez de una caramañola para abastecerse de agua.
A veces para no ensuciarse la ropa se viste con un mameluco verde a rayas.
Yo le digo que se deje de cosas raras, que no puede alimentarse de almejas todo el tiempo, puede llegar a salirle un chichón de rinoceronte si sigue con el festín.
Salpicón ridículo.

Esto es ridículo: dibujar a un tipo con cara de cuento, que se parezca a un suricato adicto a las almejas, y que además sufra de intensos calores en los pies.
¿Se nota todo eso en el dibujo?, ¿me quedó bien?.
Creo que lo que le falta es un poco más de color por esa zona...a ver...si mezclo estas acuarelas y le pinto la cara de nuevo...
me alejo... y ahora sí...
Distingo de quién es ese rostro.
¿No tiene algo de murciélago? , mejor ni pregunto.

lunes, 26 de abril de 2010

de los dos.

Había una casa y un mapa.
Había semillas y albahaca.
Había colores esperando el abrazo del niño que fuiste, el niño que llevás dentro.
Por más que te busque no te hallo en estos mundos, quizás tenga que hacerlo agarrada a una cometa y ponerme los lentes de aumento, porque sin lupa desde arriba no veo nada.
¿Si hacemos un viaje en globo los dos juntos?
Sí, vos y yo. Sacando fotos con la memoria y después las revelamos en el laboratorio de mi casa. Es oscuro y excitante, te invito a que vengas.
Pasá, entrá y fijate como quedaron las fotos, y si querés ya que estamos acá, tan a oscuras, tan en clima, cojemos un poco ¿tenés ganas? A mi me dan ganas.
Después de secar el sudor de los cuerpos a la luz de la luna le ponemos un marco a las fotos más lindas.
Una que saqué yo y dos que sacaste vos, que admito: sos mejor fotógrafo.
Yo no se donde quedó el martillo pero no importa, las colgamos con cuerda y palillos, decoramos el ambiente que está lleno de los dos.
¡Como me gustaría que esté lleno!
Pero desde que se fue enero dejando solo invierno, ya no quiero pensar más en eso.
El espacio es. Es mí espacio y debo acostumbrarme a él.
En realidad acostumbrarse es lo más fácil: no me quiero acostumbrar quiero transformar.
¿Y qué forma le doy? La que me guste más, la que me ayude a estar en armonía, la que me recuerde más a mi misma, que no me haga perderme nuevamente.
Pero que siempre tenga ese olor, olor a tu casa, a mapa, a semillas y a albahaca.

sábado, 24 de abril de 2010

no soy la asignada

Ramón es el dueño de este sobre que dejaron hoy equivocadamente bajo mi puerta.
El número es correcto, pero no la calle. La mía va hacia allá y la tuya viene hacia acá.
No, no es que me enoje, pero se trata de rumbos y rutas distintas.
Sí. Es cierto; el sobre llegó igual, y pasó por mi casa y por mis manos, pero no sé si esto fue equivocación o esmero del desencuentro.
Esta carta tiene un lector asignado, y esa no soy yo, eso está claro.
Me imagino la cara de Ramón tirando el sobre bajo mi puerta, sabiendo que estaba equivocándose, error consiente de si mismo.
Estoy pensando en ir hasta la calle que viene hacia acá, y tirar el sobre debajo de la puerta que tiene igual numeración que la mía: “la puerta correcta”.
Pero por algo Ramón se equivocó, y ahora la carta la tengo yo.
Creo que mejor preparo café y me siento en mi sillón a leerla.
Luego la guardo en el fondo de un cajón y pretendo olvidar que está allí, así un día la vuelvo a encontrar y me sorprendo del hallazgo. Y quizás ahí sí llegue a su correcto destinatario.

domingo, 18 de abril de 2010

-inspiración blowup-

Las diagonales se atraviesan en mi cabeza.
Veo cruzar dos viejas con bastones y chancletas, corriendo para lograr llegar al final de la calle.
Las diagonales: ales, sales, anales.
Digo... y vuelvo a escribir equivocadamente la palabra.
Incorrecta-correcta.
Corríjame si me equivoco, pero ésta es la razón del tiempo: pasa inadvertido, encastrado, agazapado en cada esquina.
Y yo sigo detenida observando las diagonales.
Le saco una foto.
Doy uno, dos, tres pasos hacia atrás para poder tener una mayor perspectiva.
Y allí está: el fantástico encuadre, hermosas ellas, las diagonales.
Sales de mi casa y vuelves a la plaza a pasando por los bancos con sus delicados puntos de vista. Donde la gente se suele perder, donde la gente se suele entorpecer, allí se cruzan las diagonales: entre el banco uno y el banco dostrescuatro de la plaza en la que estabas cuando saliste de mi casa.
Yo lo miro todo desde la terraza, porque mi barrio es bastante bajo, y como no hay edificios y los árboles no tienen hojas ya, puedo verte.
Es más, elijo verte.
Ni bien saliste de casa subí a la terraza, porque sabía que irías a la plaza a disfrutar de la melaza que te provoca el suave resplandor del color del otoño.
Te gusta, y eso se imprime en tu cara, ¡y te queda tan lindo!
Parecés un niño alegre y contento, cerrando los ojos por el brillo del pelo reflejado por el sol.
Yo veo todo eso desde mi cámara.
Porque donde me ubico exactamente en este momento veo las diagonales, y la plaza, y el banco donde convergen, y las viejas que le hablan a las palomas, y tu cara de niño alegre y contento, y veo mucho más que no me atrevería a contar.
Solo por el miedo a perderme en la enumeración, y no me gustaría dejar algo de lado.
Por más pequeño e insignificante que parezca, todo lo que compone al cuadro hace a la imagen, y en esta imagen, en esta fotografía están todos lo elementos ya nombrados.
Y en esta fotografía, también están las diagonales de mi mente, que convergen en el banco de la plaza de enfrente.

sinrazones de domingo

no estropeen más las manchas
¿no se dan cuenta que con agua no salen?
esto es permanente,
hay tintas y tintos de vinos que no salen
ni van a salir nunca.
que enchastran y desarman el paladar.
son esas tintas
con las que después escribo
mi renuncia al pensar racional
y quedo suspendida en...

viernes, 16 de abril de 2010

"Carta a mis amigos para aprender a hacer cine juntos" de Jean-Luc Godard

yo juego
tú juegas
nosotros jugamos
al cine
tú crees que hay
una regla del juego
pero no la hay
y crees entonces que no la hay
cuando hay precisamnete
una regla del juego
porque tú eres un niño
que no sabe todavía
que es un juego y que está
reservado a personas mayores
de la que tú formas parte ya
porque has olvidado
que es un juego de niños
en qué consiste
hay varias definiciones
he aquí dos o tres
mirarse
en el espejo de los otros
olvidar y saber
de prisa y lentamente
el mundo
en sí mismo
pensar y hablar
curioso juego
es la vida.

miércoles, 14 de abril de 2010

- a veces soy Pan-

TENGO UNA CONTRACTURA!! Tremendamente contracturada estoy, me muevo como si estuviera herrumbrada, me muevo apenas. Que sensación más fea.
Me parece que a veces soy un poco pan,ultimamente estoy Pan y entonces me contracturé en la "zona de control". El cuello tenso, la mandíbula apretada, los hombros llenos de nuditos que suenan, ay...
NO A LAS CONTRACTURAS DE COSTADO.
Necesito que venga un viento renovador, capaz un torbellino que venga y me amase bien del todo. Me ponga semillas de sésamo y me horneé en horno de barro, en una de esas quedo más comestible.

-Lluvia Canina-

La Lluvia es hoy, más canina que nunca. Ayer, hoy, estos días. Femenina, de descarga, purificadora y hogareña. Y me trae historias de Canes. Que se pierden, que complican, se desean, no se tienen. Muerden y aúllan con voz ronca. Todos son perros, ellos y a veces un poco yo. Tienen hambre y le regalan toda la fidelidad a su Alfa. Nos lamen la mano, igualito que la lluvia.

lunes, 12 de abril de 2010

escribiendo en clase...

una playa.

la espléndida chica tirada en la lona, a orillas del mar.
ella estaba haciendo música con su mente y su cuerpo: cantaba y bailaba.

el hombre,
cansado del ambiente hipócrita y frívolo de la burguesía,
salió a caminar por la orilla.

un calor penetrante le corría por la espalda y la mirada.

ambos se encontraron y se pusieron a conversar de lo pegajosas que pueden tronarse las relaciones humanas...

-cosas que también hago-

a veces me gusta comer lechuga con las manos, y qué? cual hay? que bola con mickey?
no creo que nadie se ofenda por eso, nadie en sus sanos cabales de juicio debería ofenderse por eso.
me gusta la lechuga crespa. fresca, verde flúor y crujiente, cortada en trozos grandes por las manos recién lavadas de alguien gentil. cotar la lechuga con cuchillo es algo que no recomiendo; el filo asesino la oxida,la convierte en tiras verdes de papel crepé mojado con exceso de sal, aceite y vinagre.
si la ensalada además de lechugita crespa mojada incluye unos buenos tomates, mejor. tomates bien rojos, sanos y lozanos. agradables al tacto, mordisqueables, comer con las manos, fuera cubiertos, vegetales, tales, ales, aceite de oliva, acetto balsámico, orégano no tanto.

cosas que hago

A veces como arroz con cuchara, ¿y qué hay de malo en eso?
No creo que nadie se ofenda por no usar el tenedor.
Otras veces me gusta, por ejemplo, comer el medio limón que queda siempre boyando en la heladera: el medio limón que queda de las milanesas.
Aunque no como milanesas.
No de carne, ni de pollo.
Sí de pescado...mmmm.

jueves, 8 de abril de 2010

No conciliaba el sueño.
Una y otra vez la tormenta volvía a representarse en mi cabeza.
El mar chocando violentamente contra las rocas.
El agua me mojaba.
No aguanté más.
El nudo en mi garganta no me dejó de molestar hasta que me incorporé y empecé a llorar. No se cuanto tiempo estuve así, sacando todo el líquido de adentro de mi cuerpo, lo hice hasta que el acolchado que me cubría quedó completamente empapado.
De tal forma estaba mojado que de mi cama caían chorros y chorros de agua que de a poco se convirtieron en un río...
La situación se tornó incontrolable, el río ahora llegaba hasta la puerta del cuarto, chocaba contra la pared y subía raudamente hacia el techo.
Una vez en la altura el agua comenzó a arremolinarse y produjo un fuerte torrente que arrasó con la lámpara ...todo quedó a oscuras.
Yo me encontraba todavía sentada en mi cama, sin poder comprender lo que veía...hasta que una gota cayó del techo y me despertó.
En la era del calentamiento
las cabezas se fríen bajo el poder del sol.

Turbantes ,
gorros,
protectores y pareos...
armas de defensa.

¿Es esto una batalla contra la esfera?

Como hormigas locas
correteamos bajo el manto.

Me levanto,
reactivo mi lucha.

No puedo...
dos de la tarde,
capacidad del sol para aplastarme.

sábado, 3 de abril de 2010

En los mundos paralelos que creo
siempre apareces vos.
Artificios de magia y espejismos.

Un único universo que abarca todo...

Mientras me pregunto que consumiremos
para estar en ese extremo,
una extraña y mutante salamandra me dio un motor.

Y probé dar una vuelta,
a ver que sucede...en los tiempos del cuento

viernes, 2 de abril de 2010

-Pajarito paserino del amor y la noche-

Investigar es muy propio de ruiseñores. O eso espero, ya que aspiro a la ruiseñorés y hace un rato me descrubí rastreando características del animal que elegimos como meta. Ser ruiseñores es la meta, no se si del todo alcanzable, pero seguro que intentarlo tiene sus beneficios.
Me gustó saber que el pajarito que elgimos casi por casualidad es un pequeño pájaro paserino otrora clasificado como un miembro de la familia Turdidae, pero ahora generalmente considerado parte de la familia de las "cazamoscas", Muscicapidae.
O sea que donde hay ruiseñor, hay música.Bien conocido es su canto, con un registro impresionante de silbidos, borboteos y otros sonidos. Aunque también canta durante el día, tiene el hábito poco común de cantar hasta bien entrada la noche; su canto sobresale en esos momentos, pues hay pocos pájaros más que canten a esas horas. Es por eso que su nombre en varios idiomas incluye la palabra "noche". Por supuesto, a los ruiseñores nos motiva la noche.
El canto es inolvidable por su volumen, su variedad de notas y por la fuerza con que es emitido. Consiste en una rápida sucesión de notas repetidas, unas roncas, otras líquidas, incluyendo un «choqui-choqui-choqui» muy sonoro y un «piu» aflautado y piante, primero lento y luego alcanzando un crescendo.
Se ha descubierto en investigaciones recientes que cantan con aún más fuerza en los ambientes urbanos y suburbanos para que puedan ser escuchados por encima del ruido ambiental. El rasgo más típico de su canto es un silbido crescendo fuerte. Su canto de alarma suena como una rana. Y hablando de cantos, resulta que no somos tan originales porque descubrí un cantante de reggae, dub y hip hop que se hace llamar "Señor Ruiseñor". Es español y su música no está nada mal: http://www.myspace.com/seorruiseor
En las tradiciones populares, el ruiseñor anuncia la primavera, es el pájaro del mes de mayo, pero es también y sobre todo el símbolo del amor.Amor, color,ruiseñor.Bailemos hasta sentir el temblor.Su misión en la vida: luchar contra la contractura.Su nombre científico,Luscinia megarhynchos.