martes, 4 de mayo de 2010

-Sí-

Me despierto con la cabeza llena de colores que se me salen, recortes a los costados de los ojos,notas musicales cayendo afuera. La melodía que aquel toca en su guitarra llega hasta mi cama y me despierta. Es una tarde naranja y las ideas maduraron con la música traspasando mis cabezas. De mi mente a la suya. Las suyas.
En mi historia hubo chicas espaciales con polleras plateadas parecidas a la que uso para bailar, había toldos de carpas y un atardecer amigo del asfalto. Vi antifaces con plumas, globos y artefactos de colores suspendidos en el cielo, transparentados de luz cristalina además de rosada. Vi en cuclillas a mi inclinación para guardar secretos, hacerlos discretos y encerrarlos en cajitas o en un par de manos ahuecadas.
Descubrí un libro sin título que llevaba la felicidad dentro. Reposaba impecable y añejo en la loza blanca del baño, le abrí la boca y me contó sobre cocodrilos surreales.
También estuve en un cumpleaños negro, o mas bien de negros.Perdía parte de mi ropa y disfraz y todo era familiar y confuso. Todo me era familiar por eso me sentía cómoda,me va bien a mí lo confuso.
El tiempo se suspendió junto con los antifaces y máscaras y alguien contó una historia extraplanetaria que a algunos asustó: "Un pedazo de luz que ves en mí las veces que los ojos no se me llenan de agua". Pájaro negro me hace sonreír, las cosas me van lloviendo y me cantan mientras caen. Cantan que estoy bien, que siga caminando que vengo haciendo las cosas bien.
(escrito por la Luscinia Megarhynchos 2. acuérdense de que acá somos dos. ruiseñoras las dos.vamos a ponerle a ella el n 1 porque es la que usa y abusa mas de este blog. A mí me gusta el n 2, siempre preferí los números pares)

1 comentario:

  1. asì que soy "luiscinia uno"...
    pues seré, si ud lo dice.

    en el fondo me tengo que hacer cargo del abuso cometido, ¿no me habré transformado en una
    psicópata del blog? -mejor ni preguntar-.

    las manos ahuecadas son excelentes escondites guarda-secretos. un día escondí un par en las manos de un señor mágico y aún nadie se enteró de nada...ni siquiera él que es el guardián de la confesión.

    miles de cariños luiscinia dos.
    un gusto leerla.

    ¡si!

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