Invierno hostil. Mar sucio. Arena inmensa, arena negra. Y en mi cuello una bufanda negra. Busco el frío golpeando mis cachetes, resquebrajando mis labios. No es tan grave. Creo ya en mí. No tengo miedo, y beso con ganas. Las historias sirven y enseñan, quedan atrás con el andar cansino, despacio, meditabundo. Hay voces que me hablan y el mar me arrulla. Busco tranquilidad bajo este sol. Observo la paleta de colores que despliega el cielo. Olor a río, horizonte perdido...
ruiseñora uno (caminando ¡con este frío!)
hasta me transporté a esa arena fria invernal
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