Tormentas imaginarias
pasaron hacia el norte.
Dijo Elizabeth mientras cocinaba
unos buñuelos de alga
en su hostel del Polonio.
Una, dos, tres mesas en el patio
de adelante.
Más de cinco hamacas en el fondo.
Gente de varios lugares,
historias de a pares.
Las nubes mientras tanto
siguen pasando lentamente sobre mi cabeza.
Truman Capote y sus amigos
nos esperan a todos
en su rancho.
Pasa después Antonio y le saco una foto.
combativa, peleadora y guerrillera, pero ruiseñora al fin. hace lo que le gusta y resulta graciosa sin proponérselo. que lindos los momentos que ahí vivimos! hagamos que se repitan
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