lunes, 29 de marzo de 2010

MANIFIESTO DEL ORGULLO RUISEÑOR

El señor ruiseñor
esplendor y color
ningún pan mal amasado, ni contracturas de costado.

Su misión en la vida
es luchar contra la contractura
para que florezcan
las flores hacia la apertura.

No usa ni un azufre
se distiende el solito
recordando los juegos
de cuando era chiquito

El miedo a sí mismos
de los cara de pan
es el auxilio de los que pierden su par.

No saben distinguir
los símbolos que esconden
infantiles espejismos.
El mensaje con cara de cuento.
No de pan, por supuesto.

El pan se avinagra
queda con gusto ácido,
maltrecho.

Al final todos son malhechores
no hay ni rastros de ruiseñores.

La gente condena
lo que no está en la alacena.
Miran con miedo,
temen que no sea dulce la cena

Panes de Dios, ¡oh Dios!
¡ODIOSOS!.
Mal amasados.
Frígidos, estreñidos,
eso son los contracturados.

El descontracturado observa,
no teme en la mirada
camina cual ruiseñor,
atorándose de gusanos.


El ruiseñor que se pasea
no es ningún desesperado
a él nunca vas a verlo
dando el gran manotazo de ahogado

Yo no voy a ser como vos querés que sea,
aunque me de contra la palmera.

¿El señor ruiseñor
puede tener una rosa
en su pelo de raso?

Si, y además
un camino de estrellas en su brazo.

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